Cómo puerta de entrada a esta nueva etapa del blog, no está mal la idea de ponerse a pensar qué cosa es pensar, siempre tratando de no mordernos la cola. Pensar, es necesariamente pensar algo, pensar "en" algo, construir dentro de nuestra mente ideas acerca de lo pensado. Un primer "algo" es pensar acerca de lo que no somos nosotros como entidades pensantes. Nada nuevo. El sujeto pensante enfoca su pensamiento, su mente, en el objeto pensado. Inauguramos la razón cuando Descartes la descubrió en sí mismo. A partir de entonces comenzamos a mirar fuera de nuestra mente y hallamos el Mundo, fenómeno desarrollado hace tiempo por un destacado pensador que inauguró la Fenomenología.
Ese Mundo fuera de nosotros es lo que muy genéricamente llamamos "realidad", término que incluye muchas cosas. Quedémonos por ahora con la modesta idea de que la realidad es lo que está al alcance de nuestros sentidos externos: mi cuerpo en principio (albergue de mi mente) y mi "orden cercano" (hogar, familia, vecinos, barrio, ciudad, etc.). Aquello que excede este orden cercano (país, región, continente, planeta, sistema solar, etc.), está mediado, es bidimensional, me lo "cuentan" los medios. Y creo conocerlo simplemente por quedarme con "lo contado".
Aquí es donde comienza el ejercicio de pensar: transformar la información en conocimiento cruzando la versión mediada con mi propio pensamiento. La mediación confunde: mi ángel y mi demonio (todos los tenemos) soplan al oído (por distintos medios), que el país es menos pobre o no. La molicie mental de la mayoría "dormida" repite una y otra versión, enredándonos en discusiones eternas y estúpidas. Si cruzáramos esta información con nuestra percepción directa de la realidad transformaríamos la información en conocimiento, revisando nuestra realidad personal, nuestro orden cercano y las fuentes de información. Pero buena parte de las mentes se quedan con el cuento. Vanguardia y retar(da)guardia arguyen, equivocados o no, razones para sostener su versión. Esos piensan, algunos mal, otros bien, pero piensan (ya veremos qué). Por la triste "avenida del medio" circulan ejemplares de apariencia humana que, como las hojas, se inclinan según la dirección del viento, fenomenales aparatos que nacen, crecen se reproducen y mueren, pero lo trágico es que también votan. A ellos nos dedicaremos.
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