lunes, 11 de noviembre de 2013

PPT

Siglas notables por identificar a dos programas televisivos que polarizan la atención del padrón electoral, en realidad PPT son las iniciales genéricas de una actividad que define el mundo actual: Palabras Pronunciadas Tardíamente. Aunque muchos aún lo ignoren o no lo hayan pensado desde este lugar, la palabra es siempre consecuencia del hecho. Dicho de otro modo la realidad precede al discurso, de modo que el lenguaje no es más que una inevitable reproducción simbólica del mundo. Vista su inutilidad, destacados pensadores a lo largo de la historia han sugerido hacer silencio, cuestión de evitar el efecto distorsionante del lenguaje. Es obvio que no han tenido éxito, según los prestidigitadores de la palabra porque entre otras cosas significaría el cierre de muchas fuentes de trabajo, un gravísimo perjuicio; pero en rigor de verdad porque dejaría de engrosar jugosas fortunas en manos de los detentadores del capital lingüístico, precisamente quienes se resisten a resquebrajar ese orden perverso impuesto por ellos mismos.
De cualquier modo, los títulos de ambos programas merecen algunas aclaraciones. El correspondiente al canal oficial - 6,7,8 -, debió llamarse Pensado Para Pensar, pero declinó el mismo pues las siglas PPP bien pudieron ser confundidas con una peligrosa tartamudez del teclado. En cuanto a Periodismo Para Todos, apéndice del anterior entre otras cosas porque nació con intención de neutralizarlo - nótese que copió las iniciales por si sus seguidores no lo advertían -, es una deformación de su verdadero patronímico: Pensado Para Tontos, únicos ejemplares capaces de disfrutar con semejante grotesco; si la aspiración del mismo apunta a ser un programa de opinión no alcanza a la suela del zapato de los pioneros en la materia, profetas del desánimo como A Dos Voces, Hora Clave, Código Político, etc. Y si acaso pretendiera ser un divertimento político en la línea del recordado Tato Bores, previamente debería ascender a Primera A superando al actual líder de la B, Piñón Fijo. Conductor por conductor, el pintoresco cordobés resulta algo menos ofensivo a la estética, al fin de cuentas vestuario, maquillaje, guión y musicalización, resultan atractivos para el público al que está dirigido, cosa que jamás lograría el que se le soltó la cadena. Admitimos, en cambio, que la estética del barbado fumador resulte atractiva para su audiencia, los Tontos.