martes, 13 de agosto de 2013

La crispación define quién es quién

Tras el paréntesis, el blog retoma su reflexión acerca de la realidad. A modo de respuesta para quienes reclamaron esta continuación, digamos que la misma obedeció al acto eleccionario, en virtud de que algunos confundidos identifican nuestros contenidos con la ideología oficial. Para esa gente el pensamiento crítico debe responder a intereses, no a resortes de naturaleza ética inspirados en una posición tomada en cuanto a la vida pública. Por esta razón interrumpimos durante la campaña.
En el interín, uno de estos seguidores (ahora ex, suponemos), creyó descubrir en nuestro análisis una aprobación de la gestión oficial, algo que si alguna vez sostuvimos respondió a una realidad innegable. En general tanto aprobamos como desaprobamos el discurso político de uno y otro lado sin que por eso hayamos tomado partido por nada que no sea develar verdades, o al menos someter algunas de ellas a juicio crítico. Esta confusión animó a alguien a enviar con intención de molestar una retahíla de textos que circulan vía mail con duras diatribas e improperios contra el gobierno y sus figuras más representativas, como si de ese modo censurara los análisis realizados aquí. Nuestra intención es recoger y dar respuesta a toda inquietud o crítica que animamos, y estas expresiones soeces, de pésimo nivel, aun firmadas por individuos que preceden su nombre con sospechosos fueros universitarios, no hace más que confirmar donde está la crítica valiosa, dónde el grito primitivo acusando de demagogia y falso populismo el quehacer del gobierno. Muchas veces hemos dicho, y sostenemos, que el gobierno merece críticas por lo que hace no por lo que dice hacer, dado que el discurso es precisamente un espacio de falsedad frecuentado especialmente por políticos y por el periodismo, sobre todo partidario. La realidad no puede ser criticada sino sancionada cuando no responde al discurso que la anima, es decir cuando se miente. Valga como ejemplo la Asignación Universal por Hijo que toda la oposición criticó, entre otras cosas por ser "drenaje de la droga y el delito" según un dirigente radical, y para esta campaña no hubo partido político que no la señalara como justa y necesaria, cierto que también este encomio es mero discurso para encandilar votantes. Muchos que hoy la invocan, una vez accedidos a sus bancas abogarán por su anulación para dejar de "alimentar vagos", tal como señalan esos correos orquestados por la oposición para, entre otras cosas "desterrar a la presidenta". Separar paja de trigo es tarea continuada y selectiva, inalcanzable para doctores de papel higiénico. 

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