lunes, 16 de julio de 2012

Made in China

La polémica acerca del origen del uniforme que usará la representación de EEUU en los juegos olímpicos da para el pellizco: han reaccionado airadamente a causa de que se fabrica en China, un país donde no rigen las libertades consideradas tales en la concepción capitalista. 
Salvo que la novedad sea un intento para llamar la atención sobre las desigualdades que viene profundizando la globalización desde su vigencia (en todo caso "otro" intento), parece el despropósito propio de un pueblo desinformado y atontado en el concepto construido por los fabricantes de ideas (producción también globalizada con representaciones locales en todo el planeta). Si la reacción es genuina, más que ingenua es idiota. A este tren, en cuanto los norteamericanos adviertan que la lluvia viene de arriba seguramente lloverán fábricas de paraguas. 
Estos preclaros escandalizados por el origen del uniforme olímpico, ¿no saben que las empresas emplean mano de obra barata en cualquier lugar del mundo (a mayor sojuzgamiento menor costo), condenada a encarnar las formas posmodernas de esclavitud para maximimizar ganancias? ¿No saben que mientras más ganan, más contribuyen con sus impuestos a la reserva federal para que siga financiando armamento, guerras y bases como la de Guantánamo, residuo feudal privado de libertades precisamente por un enjuague jurídico que EEUU sostiene por conveniencia? ¿Ignora acaso que en la construcción de sus costos se incluye el rubro utilidad, que es el remanente neto de la operación global que permitirá reproducir el mecanismo en forma exponencial hasta el hartazgo?
La ciencia económica construye y maneja conceptos que rigen en un medio "a medida" de esos conceptos, un mecanismo que actúa como ciertas leyes inviolables en tanto se den determinadas condiciones. Algo así como las leyes newtonianas en medios donde existe gravitación pero que se invalidan en cuanto cambian las condiciones ambientales y las magnitudes, excesos en el que incurrió Einstein. De algún modo (y salvando las distancias), el mismo mecanismo que empleó Kant para salvar la ciencia (precisamente newtoniana), señalando que el conocimiento lo "construye" el hombre a partir de sus propias posibilidades (y limitaciones) constitucionales, es decir, a partir de su capacidad de percepción espacio-temporal. Así quedaron fuera del conocimiento científico conceptos como Dios, alma y mundo, como formando parte de otra magnitud.
Las leyes del capitalismo (como todas las leyes), no son más que construcciones creadas para que rijan como tales a partir del formato que validan, una circularidad viciosa que parece sorprender a sus mismos creadores cuando abren los ojos a la luz que producen a ciegas.

1 comentario:

  1. Evidentemente es así, son tontos, atontados, o se hacen. Hace más de 30/40 años que los productos del oriente, especialmente China, estan invadiendo másivamente -y cada vez mas- a USA, y al resto del mundo.
    En el caso de ellos, fábricas enteras o franquicias se les han trasladado a China. No se dieron cuenta que China es el pais más lleno de dólares del mundo, y donde los sacaron?, de los productos, chucherias, y varios
    mas que les vendieron a los yankis!!!
    Un poco ayuda la poca atención que ponen sobre lo evidente; si a un americano le preguntas por Nueva York, o por algún lugar importante, les costaria contestaria adecuadamente.

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