jueves, 15 de noviembre de 2012

¿Otra amenaza?

A raíz de una nota periodística en la que alguien objeta a un familiar su postura política, parece ser que la novísima crítica a la polarización de ideas inaugurada por la fuerte adhesión al gobierno - el "relato" según la oposición -, es que la misma divide a la familia, destruye amistades, fractura sentimientos, y amenaza con pulverizar la paz. Algo así como un apocalipsis mental que inevitablemente sumirá a la república en un pavoroso caos, no menos grave que todos los anunciados antes y jamás verificados en la realidad. Pero, claro, este sí lo hará. Y nadie ignora que la amenaza más temible es siempre la última.
No sólo resulta ingenuo pensar de este modo, sino que ese "relato" es otra construcción, de quienes creen descubrir en cada mensaje una aviesa intención de construir subjetividad. Lo curioso es que siempre ha sido así, y precisamente ahora es que la gente comienza a advertir este fenómeno, aunque de momento no haya modo de neutralizarlo. Que las interpretaciones acerca de la realidad o las ideas, difieran, es otra historia, pero no hay nada mejor que confrontar, analizar, criticar, comparar, releer, y sobre todo revisar el discurso del periodismo - al fin quien nos "habla" -, y cotejarlo con los anteriores, incluso dentro del mismo medio. El defenestrado 6,7,8 nos ha enseñado eso, y aunque el gobierno también fragüe cosas, el mago que revela sus trucos finalmente desaprueba el ilusionismo, caso contrario conservaría in péctore el secreto mecanismo.
Es ingenuo ver como a partir de la rivalidad ideológica, los ingenuos acusan de ingenuos a los ingenuos. Y viceversa. Y más ingenuo es creer descubrir la ingenuidad en el otro, antes de advertir o al menos sospechar ¿Qué dios detrás de Dios la trama empieza de polvo y tiempo y sueños y agonías? 
Corolario: La ingenuidad consiste en tomar partido por cualquier forma de poder - político o económico -, hoy circunstancialmente enfrentados pero esencialmente unidos en su índole. La dicotomía real consiste en el eterno enfrentamiento amo-esclavo, bendito Hegel. Mientras nosotros, ingenuos esclavos, discurramos a favor o en contra de alguno de ambos poderes, seguiremos prisioneros de alguno. E incluso podemos esperar que vuelvan las oscuras componendas entre ambos. Esas, como las golondrinas, regresan siempre. Sepamos de paso que el poder político alterna, el económico jamás.   

No hay comentarios:

Publicar un comentario