jueves, 18 de enero de 2024

El papelón de Davos

Nunca es necesario demostrar la torpeza de alguien, en primer lugar porque cada uno debe advertirlo desde su propia óptica sin que nadie influya en la misma, pero muy especialmente porque hay un modo mucho más eficiente de hacerlo: dejar actuar al torpe. Alguien dislocado sólo puede producir disloques. Fue tan patético el discurso de Milei en Davos, que sólo recibió aplausos de la primera fila de asistentes, precisamente donde se ubicaba su séquito, respuesta equivalente a los reidores de un programa cómico.

Podría objetarse el adjetivo aduciendo que este blog ha sido siempre crítico del monigote, pero nos hemos tomado el trabajo de cruzar el desopilante discurso con el realizado por Pedro Sanchez, Presidente del Gobierno de España, en el que expresa exactamente lo contrario a la prédica del lamentable Milei. Invitamos a los lectores a comparar ambos textos para verificar personalmente la certeza de nuestra afirmación.

El español, socialista de larga data, no se ocupó de criticar las deficiencias del liberalismo como ideología, antes bien se dirigió al empresariado presente, abogando por una actitud menos voraz a la hora de tomar decisiones empresarias, teniendo en cuenta que el trabajador siempre está en una posición desventajosa frente a su empleador, y consecuentemente siempre depende de su buena o mala voluntad para obtener mejoras en el ingreso. Los países europeos más desarrollados han entendido claramente esta situación, aplicando políticas económicas que, ante todo, apuntan siempre al estandar de vida de sus pueblos. Por si alguien no lo sabe, algunos países ofrecen hasta transporte público gratuito en algunas ciudades, costo subsidiado por el Estado con los impuestos de sus contribuyentes.

El monigote en cambio dijo: 1) Que Occidente está en peligro por el avance del socialismo, 2) Que los empresarios son verdaderos héroes que ofrecer productos y servicios de calidad, 3) Que el colectivismo ha inventado la lucha entre el hombre y la mujer, contaminando con esta falacia hasta las institutiones de Occidente, incluso hasta de un modo "sangriento", a partir de colocar en agenda el tratamiento del aborto,  4) Que el cambio climático es otro "invento colectivista" para esconder su estrepitoso fracaso, 5) Que en dicho fracaso se incluyen todos los sistemas, por cuanto no hay diferencias sustantivas entre socialistas, conservadores, comunistas, fascistas, nazis, social-demócratas y centristas, son todos iguales.

Aunque no lo dijo explícitamente, fácil es deducir que la expresión significa que todos han fracasado salvo él, habida cuenta que todos los presentes estaban incluidos en algunos de los grupos mencionados. Un verdadero disparate, que no ha tenido siquiera la precaución de medir el impacto negativo que puede causar en su ya deteriorada imagen.

Como en la legendaria Misión Imposible, "esta cinta se autodestruirá en cinco segundos". Tome nota su electorado que, a esta altura, esconde la vergüenza en un tibio: "Hay que tener paciencia y esperar". Quizás se refieran a esperar la autodestrucción de la cinta, con monigote incluido.

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