domingo, 14 de enero de 2024

Ir al hueso

Un modo de profundizar la naturaleza de la realidad es "ir al hueso", vale decir, rastrear la esencia misma de esa realidad para entenderla. En cuestiones económico-sociales podemos navegar sobre la superficie y quedarnos con una impresión primaria, rezongando de cada una de las bestiales decisiones que se toman y conformarnos con la diatriba simple: tildar de bestias a las bestias, conclusión que también a nosotros nos acerca a la bestialidad. 

Habrá los esperanzados de siempre proponiendo esperar un poco, pero tampoco se puede contar con esos ilusos, desmemoriados o ignorantes que, por ahora, seguirán integrando nuestra especie en sana convivencia con quienes sentimos un compromiso con "el otro". Nosotros, los orcos, los que activamos la emoción empática con el que sufre ante el "excel" oficial que aspira al fantasmal equilibrio fiscal, debemos continuar nuestra búsqueda de soluciones sin envolvernos en antinomias inútiles. 

Las dos atávicas ideologías del mundo, llámense derecha/izquierda, populismo/liberalismo, capitalismo/marxismo o, en versión local, peronismo/resto de Argentina, debemos entender que cualquiera de estos binomios se sustentan en el lugar asignado al "otro", es decir, se basan en el amor o el odio, mal que les pese a quienes caen en el segundo dominio. Y no se trata de maniqueismo, reduciendo al mundo a buenos y malos, sino simplemente de advertir qué lugar se le asigna al "otro", al "no yo", a los dueños de un cuerpo distinto al mío que sufren, aunque mi cuerpo no lo advierta. Porque el amor se sustenta en salirse de uno mismo e identificarse con el otro en condición de hermano de una misma causa, en este caso, estar sometido a las necesidades de un cuerpo que, si bien no me provoca sensaciones físicas, conmueve las emocionales y mentales en tanto podemos y debemos reconocernos integrantes del mismo cuerpo social.

Nadie podrá saltar de un bando al otro en tanto no haga un examen de conciencia profundo para saber dónde está parado en este trance. De ese examen depende el avance o no de la humanidad. Nada menos. 

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