lunes, 20 de noviembre de 2023

La libertad avanza I

La libertad avanza I (uno) inaugura una serie de blogs (de ahí la numeración), que intentaremos sostener a lo largo del tiempo para marcar las contradicciones, contramarchas y atropellos que inevitablemente han de suceder en los próximos cuatro años de liberalismo libertario. Por ahora, desde el dolorido 44 % (en la jerga quinielera, el 44 es la cárcel), no queda más que el llanto o el silencio frente a la encrucijada histórica. Sabemos qué sucederá a partir del 10-12, pero no sabemos cómo, razón por la cual trataremos de amplificar desde aquí el sonido de cada acometida. 

La anunciada abstención de consensuar la transición, debe entenderse como sentarse en la platea para observar un campo de juego donde "revienta todo". Allí ya no habrá fútbol, sucederán patadas y trompadas hasta que el 10-12 comiencen las amonestaciones y expulsiones. Para seguir con la analogía de tablón, sospechamos que acudirán al estilo del sheriff Castrilli revoleando tarjetas rojas aquí y allá, antes que el legendario y concesivo "siga siga" de Lamolina.

Nadie se sorprenda ni renueve futiles esperanzas si acaso el nuevo oficialismo comienza a emplear un tono sosegado y hasta juicioso, es pura cosmética (entre sus filas cuantan con una experta maquilladora), un resuello que todo triunfador se arroga tras cualquier áspera batalla. No bajemos los brazos, estemos alertas, el escorpión libertario nunca traicionará su naturaleza, no tiene registro mnémico de que la libertad sin igualdad no es libertad. Este preciado don del ser humano (de una parte al menos) sólo rige cuando advierte y acepta su propio límite: el otro. Por eso no quieren corregir sino destruir; por eso convoca a todos los hombres de bien, es decir aquellos que piensan como ellos; por eso anuncian que serán implacables ante la "violencia" (léase "violentos ante el reclamo"), como hacia fines del siglo XIX cuando éramos "potencia" pero con un pueblo impotente. Comencemos a distinguir entre la Argentina y los argentinos, habida cuenta de que el país para ellos es de esos pocos que enarbolan las manipulables leyes del mercado. No confundamos: el creciemiento de Argentina no necesariamente es el crecimiento de su pueblo. Si acaso hay dudas, revísese la historia.  

No hay comentarios:

Publicar un comentario