lunes, 27 de noviembre de 2023

La libertad avanza VII

A la única mentira expresada por Milei durante la campaña ("El ajuste lo pagará la casta"), podemos agregar un interrogante que a esta altura la mayoría de los argentinos se formula: Si el bestial ajuste que se viene logra equilibrar el déficit fiscal tal como Milei ha prometido, ¿porqué afirma que la inflación alta se mantendrá en dos dígitos durante por lo menos seis meses, si no más? No lo explica porque, frente al dolor que traerá el ajuste, no conviene escarbar demasiado sobre las causas de la inflación. Veamos: la inflación es aumento de precios. Sólo y simplemente aumento de precios. ¿Quién lo realiza?: quienes forman los precios, es decir los dueños de las grandes empresas claves de la economía (alimentos, combustibles, energía, etc.). Ahora bien, si los aumentos se justifican por el alza de los costos y no hay déficit fiscal, ni aumento de salarios, ¿qué diablos hace que aumentos los precios?. ¿Serán entonces los insumos dolarizados? Tampoco es eso, porque quienes importan insumos pagan con dólar oficial. A medida que uno indaga va descartando mitos que el poder económico instala para justificar los aumentos que acaban pulverizando el salario. Si continuamos indagando, invariablemente llegaremos al único y verdadero final del camino: el aumento lo dispone siempre quien fabrica el producto, y lo único que tiene en cuenta para eso es preservar su margen de utilidad. Nuestra búsqueda de la verdad acaba siempre en el genuino mecanismo que motoriza la economía capitalista: la ambición humana. 

Los países del primer mundo han logrado entender este mecanismo y, convencidos que no se puede dar la espalda al pueblo, han dispuesto mecanismos muy sólidos que "limitan" esa ambición mediante sistemas tributarios que aseguran una justa distribución de la renta. Incluso en algunos paises europeos hasta el transporte público es totalmente gratuito para el ciudadano común, siendo el Estado quien enjuga los costos mediante su única fuente de ingreso: los impuestos. En Argentina nos han vendido que el Estado es un nido de corrupción y como tal causa de todos los males. Probablemente sea un foco de corrupción (todas las burocracias de todos los sistemas padecen esta anomalía), pero no la causa de todos los males, de modo que el objetivo no debería ser destruirlo sino sanearlo.

El 55% de ingenuos cree que la eliminación del Estado saneará la economía. Malas noticias para ellos. Aunque tengamos el mejor de los Estados, los argentinos seguirán sin encontrar el agujero al mate hasta que no adviertan que el verdadero origen del mal es la inicua distribución de la renta, y su salud vendrá de la ampliación de la base impositiva. Si no lo creen, pregúntense los argentinos porqué cada vez están peor y sin embargo las grandes empresas y los Bancos siguen ganando dinero a raudales.

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