viernes, 24 de noviembre de 2023

La libertad avanza V

Una de las tantas contraindicaciones que sobre Milei dejó la campaña electoral, fueron las declaraciones del ex-canciller Bielsa, jefe suyo en uno de sus destinos laborales: tras su "honestidad intelectual", subyace una fuerte tendencia al aislamiento que niega la posibilidad de formar y liderar equipos de trabajo. Frente a tanta patología exhibida (violencia, racismo, resentimiento, inestabilidad emocional, etc.), este rasgo parecía menor, sin embargo aquí aparece en toda su magnitud frente a las marchas y contramarchas en la formación del gabinete. Dos personajes de Macri (por ahora sólo dos), de penosa gestión durante su gobierno, Caputo y Bullrich, han empujado a otros tantos del riñón libertario, Ocampo y Píparo. Pero no debemos quedarnos sólo con la crítica, es recomendable medir este episodio en su real magnitud, ya que junto a la señalada carencia en formar grupos, convive una enorme tenacidad en lograr objetivos precisos aún a costa del precio a pagar. Milei mismo se ha definido como "un animal de la economía" capaz de persistir en su propósito aunque un ejército esté sosteniendo una batalla alrededor. Curiosa definición y más curiosa aún la analogía empleada. Puesta en blanco y negro significa: no voy a abandonar la dolarización aunque se reprima en las calles mientras firmo decretos.

Se equivocan quienes ven en este abandono momentáneo de la dolarización una temprana claudicación de su propósito. Dolarizar es posible frente a dos escenarios. Tener muchos dólares (esa es la razón de haber convocado a Caputo para "buscar inversores externos") o que la economía estalle a causa del ajuste con sus reclamos sociales e inevitable represión (esa es la razón de acudir a Bullrich). Milei está jugando a dos puntas, pero no abandonará su propósito de quitar del medio el "excremento monetario". Si acaso no pudiera lograrlo constitucionalmente, acudirá al decreto o a algún instrumento como el bimonetarismo, léase "dolarización edulcorada", al modo de la convertibilidad. Y tampoco nadie se asombre si acaso pudiera aparecer en escena Cavallo, ese pelado infame capaz de llorar frente a una jubilada después de haberle robado un 13% de sus magros haberes (cámbiese la "v" corta por "b" larga, y se advertirá su verdadera naturaleza). Todo es posible. 

Otro dato a considerar son las declaraciones de su asesor Rodriguez con relación al ajuste iniciado: Esto es una guerra y hay que sufrir para aprender. No sorprende el contenido sino la ligereza de expresarlo en público con tanta liviandad como si fuera un juego. O quizás esté enviando un mensaje a Milei para ocupar la cartera de Educación y poner en marcha su novedoso sistema pedagógico. ¿Habrán sufrido alguna vez despido y hambre? ¿Qué sentiría Milei si cuando "no hay plata" debiera echar a Conan de casa y verlo sufrir? ¿Lo consideraría un buen método de enseñanza? Veremos, veremos, después lo sabremos.     

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